Porque no hay nada más cómodo que tener un jean que combine a
la perfección con cualquier prenda, porque te hace sentir que estas libre de
pensamiento si es el que mejor te queda, porque te completa y más todavía porque
lo podes usar tanto para el día como para la noche.
Soy de las que me intereso en saber de dónde viene este
estilo de pantalón que tan feliz nos hace a los seres que habitamos este mundo.
Encontré que se empezaron a usar por los
marinos en Génova, Italia, para cubrir y proteger sus mercancías de la intemperie.
Según cuenta la historia, los genoveses son conocidos por su famosa pana de algodón
y en ese momento la tela jean era muy parecida a la pana. Los primeros
pantalones como los conocemos hoy, se crearon para la armada de esa ciudad, ya
que necesitaban tener una vestimenta de todo uso, para que se pudieran usar
tanto mojados como secos y de lavado fácil.
Suficiente explicación para entender el amor que le tenemos a
ellos. Ya desde aquel entonces eran considerados cómodos, imaginemos ahora que
avanzamos en modelo, en tela y en confortabilidad. Generalmente son una prenda
que causa estrés cada vez que el guardarropa nos pide cambio, no todos nos calzan
bien, muchas veces depende del modelo o del molde que opten cada marca para su creación.
Lo importante es encontrar al menos uno que nos salve los looks de cada semana
y tener seguro el 50% de nuestro outfit.
Hoy están de moda cualquier estilo, tiro alto, medio, chupin,
oxford, de color, por eso son una buena opción para optar y hacer que sean
infaltables. Son una prenda de larga duración, si invertimos en ellos, por eso
esta bueno tener al menos uno de buena calidad y convertirlo en nuestro fetiche
cuando se nos queman los papeles y ya no sabemos que ponernos. Los reciclemos si ya
no dan más, los volvamos a teñir pero nunca nos olvidemos de ellos.
Lunes que vine con ganas de homenajear a quien nos hace la
vida más simple y darle vida eterna al intocable JEAN.
Buena semana.
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